Un día recogiendo residuos en la Ciudad de México - Una mirada a la gestión de residuos en México – Mi experiencia


 

 

México produce 54 millones de toneladas de residuos al año. De esta cantidad, sólo se recicla entre el 5 y el 8 %. 

¿Qué pasa con los residuos? 

En septiembre de 2021 me subú a un camión de la basura en Ciudad de México. Durante todo el día desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde acompañe a los superhéroes del reciclaje en su ruta por las calles de la Ciudad de México. Fue una experiencia muy impresionante que me abrió los ojos a muchas cosas e influyó mucho en mi percepción del sistema de recolección y gestión de los residuos en México. 

La basura en México se crea como en cualquier otro país: el consumidor compra algo, le da un uso y lo que ya no necesita lo tira a la basura. 

En algunas ciudades de México, los residuos se separan en orgánicos e inorgánicos y, en teoría, se eliminan como corresponde. Pero es cada persona la que decide si quiere separar los residuos en diferentes materiales reciclables y venderlos a un centro de acopio. 

En el centro de acopio, los materiales se pesan y se pagan según el tipo de material. Pero antes de profundizar en el trabajo y la importancia de los centros de acopio, quiero contarles más sobre las rutas de recolección. 

Los materiales que no se separan en casa acaban en la basura residual. A diferencia de lo que ocurre en algunos otros países, los residuos no se recogen en contenedores o bolsas de colores y se tienen procedimientos ligeramente diferentes según el lugar donde vivamos. Cada estado de la República tiene procesos que varían ligeramente de otros estados. Pero de manera general funcionan de la siguiente manera: 

a) El camión de la basura hace su recorrido y anuncia con una campana o un grito "¡Basuraaaa!" para anunciar que está en la zona. Se detiene en un lugar donde los habitantes de la calle acuden con sus botes o bolsas y los entregan. Después de unos minutos, el camión sigue adelante. Los residentes suelen dar una propina a los voluntarios z las voluntarias en las rutas. 

b) Especialmente en las calles donde el vehículo no puede pasar, los voluntarios recorren a pie esas calles y anuncian su llegada también gritando "¡Basuraaaa!", recogen las bolsas o los residuos en la puerta de la casa en una carretilla. Cuando la carretilla está llena, vierten el contenido en lugares estratégicos donde el camión de la basura lo recoge. 

Una vez que la basura se sube al camión, comienza la diversión. Los voluntarios buscan en los residuos materiales reciclables que luego venden en los puntos de recogida. El PET, el cartón, el papel, los metales, las latas de aluminio, el vidrio y el HDPE son los materiales más populares. Ocasionalmente se pueden encontrar otras cosas interesantes como radiografías o aparatos eléctricos. Los materiales como los cartones de bebidas o los envases ligeros no suelen separarse. Los residuos voluminosos y otros artículos como muebles también se reciben. 

 

Al final del día, cuando la ruta ha terminado y el camión está lleno, lo llevan a una "estación de transferencia". Este es un lugar donde todos los camiones de basura vierten su contenido en trailers aún más grandes que transportan el contenido a los vertederos. Vertederos. En México, hay vertederos. Los residuos orgánicos se suelen compostar, pero los residuales acaban en un vertedero legal en el mejor de los casos. 

Tras el punto de transferencia, el camión se dirige al punto de recogida donde se venderán los materiales reciclables rescatados. Así, tienen la posibilidad de ser reciclados. Aquí, en el punto de recogida, se preparan algunos artículos para su reciclaje. Los aparatos eléctricos se abren y desmontan según los diferentes componentes y materiales. Todo tiene un valor. Y a veces muchos de los artículos se reparan y se reutilizan. 

Cuando visité un centro de recogida en Ciudad de México, me quedé sorprendido. Hay muchas manos implicadas en el proceso: alguien que pesa, alguien que lleva los materiales al lugar adecuado para su almacenamiento, trabajadores en el transporte, trabajadores especializados en el procesamiento de ciertos materiales. 

Por desgracia, no hay centros de acopio en todas partes y no todos los centros aceptan todos los materiales reciclables. La mayoría de las veces es una cuestión de capacidad y permisos y, por tanto, también de dinero. Algunos permisos son más caros y también se tarda mucho en conseguirlos. A menudo, los puntos de recogida no aceptan los materiales porque no encuentran un comprador que se encargue de ellos después. Por desgracia, el reciclaje sólo funciona mientras genera beneficios. 

Cuando los residuos llegan a los vertederos, existe la posibilidad de que todavía contengan materiales reciclables. Allí, en los vertederos, hay personas que buscan en los montones de basura diversos artículos para venderlos y asegurarse una fuente de ingresos alternativa. No pude ver esta parte del proceso en persona durante mi visita a México, pero hay bastantes historias al respecto e incluso pequeños asentamientos en las afueras de los grandes vertederos donde la gente ha construido sus casas y logra hacer su vida alrededor de ellos. Estas personas muchas veces se ganan la vida vendiendo los objetos que encuentran entre las montañas de basura y que ellos mismos utilizan. 

 

Quiero subrayar una cosa: gran parte de los trabajadores del sector de la gestión de residuos son voluntarios. En la ruta de recolección en la que me encontraba, sólo el conductor y otro compañero eran trabajadores fijos. Los otros 5 hombres son voluntarios. No tienen seguro, ni renta básica, ganan lo que les sale de la propina más lo que pueden vender y los días que no pueden trabajar sus ingresos se ven afectados. Pero las rutas no se pueden cancelar. El día que estuve en el camión, hicimos dos rutas. La segunda la hicimos porque un vehículo se estropeó e informó de nuestra ruta como sustitución. 

Lo que gana un "empleado" en el sector de recolección varía mucho. En los días buenos puede rondar los 2500 pesos, que se divide entre todos los que van en la ruta. Pero no pregunté más específicamente porque podría ser un tema delicado. (Nota: me han dicho que muchas cosas del sector no deben publicarse para proteger ciertos intereses. Porque el sector de los residuos puede ejercer presión política y hay mucho dinero de por medio que muchas veces no se registra oficialmente). Hay rumores de que los sindicatos en algunos lugares exigen cuotas para trabajar en el sector.

Los trabajadores fijos -en este caso el conductor y su padre- tienen un salario modesto y reciben ropa de trabajo de vez en cuando. El resto debe ocuparse de su equipo de trabajo por sí mismo. Ese día, yo era la única que llevaba guantes. - Dato curioso: los encontré ahí mismo en una bolsa.

 

Ese día pude observar muchas cosas: las carteras y la ropa que se encontraba siempre se abrían y se comprobaba el contenido de los bolsillos. Sucede que a veces sale algún billete. También fue una gran alegría cuando encontramos una botella de cerveza. En México existe un tipo de cerveza con envases retornables, cuya botella puede cambiarse por otra del mismo tipo a un precio reducido. En este caso, tuvimos suerte porque encontramos un par de estas botellas de cerveza. Al final del día nos echamos una chelita. 

También escuché historias de personas que encontraron cadenas o anillos de oro o colchones que fueron utilizados como alcancías. Pero lo que más me impresionó fue la historia personal de algunos de mis colegas: Las lesiones que sufrieron por culpa de los metales afilados en las bolsas, o cómo consiguieron su trabajo. Muchos de ellos eran familiares: padre, hermano mayor y hermano menor trabajando juntos en la ruta. Sólo fueron a la escuela hasta la primaria o la secundaria y desde entonces han probado diferentes trabajos, pero al final eligieron dedicarse a la ruta. "La basura es una profesión noble. Si la trabajas bien, te va bien". Eso es lo que me dijo Miguel, el conductor de la ruta. 

Al final del día, tuve muchas impresiones que aún no puedo expresar con palabras. Estas personas son verdaderos héroes. Y no estoy segura de que se den cuenta de la importancia que tiene el trabajo que hacen día con día. Y todavía no reciben la atención y el reconocimiento que merecen.

El sistema tiene muchos puntos que aún pueden mejorar y se necesita mucha voluntad, inversión y coordinación. Pero lo más importante sería un cambio de percepción: ¡la basura es todo menos basura! 

"Basura" significa trabajo para muchos y materia prima para otros. Y hoy en día, creo que es especialmente importante que no la veamos como un problema, sino como una oportunidad. Porque detrás de ella está el potencial de mejorar la calidad de vida de muchas personas y del medio ambiente. El tratamiento responsable y consciente de los residuos debería ser tan importante como el consumo responsable y consciente. 

Si somos inteligentes, creativos y responsables a la hora de tratar los "residuos" a nivel local, podemos marcar la diferencia de manera global.